En la mañana con el día llegado, las maletas listas junto a los preparativos, ya estaban a punto de salir.
- Que tengan un buen viaje… -sonreía sakura.
- Gracias… -simplemente dijo kiseki.
- Oye koichi, tengo un favor que pedirte… ¿podrías venir conmigo un instante?
- Claro que necesitas…
Tras al hablar aquellos chicos salieron de la casa, un carro negro de gran tamaño los recogió, pasaron varias horas sentados sin decir ninguna palabra, el silencio era demasiado incomodo para hotaru, no sabía que de qué hablar, por parte de kiseki era mejor, así se tranquilizaba y no se inquietaría. Hasta que se le ocurrió decir algo.
- Disculpa kiseki